Las cortinas metálicas enrollables son operadas tradicionalmente con un mecanismo de cadena que es accionado manualmente. Cuenta con diferentes componentes, como perfiles o cortinas, un eje de enrollamiento, guías y un mecanismo de elevación que se activa por medio de una cadena a la cual se le proporciona la potencia al desplazar hacia abajo uno de los extremos de esta.


Las cortinas enrollables son diseñadas todas de la misma manera y constan básicamente de:


  • Eje de enrollamiento de la cortina
  • Catarinas de transmisión
  • Cadenas
  • Engranes rectos de trasmisión.
  • Guías
  • Cojinetes


Los mecanismos de cadena se instalan en los diferentes tipos de cortinas metálicas y son recomendadas para cortinas que miden más de 12 m², que son las más utilizadas en locales comerciales, bodegas, rampas de andén, ya que dan al exterior, brindan seguridad y son de fácil operación.


Al ser elementos de grandes dimensiones, las cortinas de acero requieren de sistemas que eviten que se bajen solas por la acción de su peso, por lo que el eje se apoya en dos soportes amurados a ambos lados en la parte superior de la abertura.


El panel (perfiles acoplados) se enrolla en dicho eje y se desliza en dirección vertical entre dos guías amuradas en ambos lados. El panel enrollado se esconde dentro de un cajón que puede estar en el interior o exterior del local, o bien dejar al descubierto el metal enrollado.


Los cojinetes facilitan la transmisión generada por la fuerza motriz al eje enrollador, mientras que el mecanismo de seguridad que nos permite garantizar que la cortina no se vendrá abajo de golpe es accionado por una rueda dentada adicional a modo de freno.


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